Las mascotas son una compañía única pero muchas veces su propia naturaleza las lleva a mordisquear, rasguñar, excavar o arrancar las plantas de ese jardín al que tanto tiempo le dedicas. Por eso, presta atención a los siguientes consejos para mantener la paz entre la flora y la fauna de tu hogar:
Busca alternativas: en ocasiones, la mejor solución es tener a mano los juguetes preferidos de tus mascotas para llamar su atención cuando tengan ganas de jugar con tus flores o tu huerta.
Diferencia zonas: aunque puede requerir cierto esfuerzo de tu parte, la mejor manera de evitar problemas es educar a tus animales para que no accedan a ciertas zonas del jardín. Para ello, puede resultar muy útil construir un sendero de piedra que los ayude a diferenciar los lugares transitables de los prohibidos.
Crea un espacio solo para ellos: si cuentas con los metros cuadrados, puedes delimitar con vallas una zona con grama, un sustituto del césped que los animales aman. Procura que este espacio cuente con sombra para que no se vean obligados a buscarla en otro sector de tu jardín.
Utiliza cercos: existen muchas opciones en materiales como madera, plástico o hasta pequeños arbustos para impedirles el paso. Ten en cuenta la altura y agilidad de tu mascota para establecer los límites.
Aprovecha su olfato: los animales poseen un sentido del olfato mucho más desarrollado que el de los seres humanos. Por eso, una buena alternativa es impregnar de ciertos olores repelentes las zonas que queremos proteger. Asegúrate de usar productos naturales, como la cebolla, el vinagre o hierbas aromáticas como la menta o la hierbabuena.
¿Te animas a probar estos trucos?