Crear ambientes que inviten a pasar mucho tiempo en ellos no es tarea fácil, pero tampoco es imposible ni es necesario gastarse una fortuna en un decorador de interiores. La clave está en conocer las reglas de oro del diseño.
1. Determina el uso que le darás al ambiente:
Por mucho que inviertas en muebles u objetos decorativos, tu espacio no se sentirá acogedor si no cumple la función que necesitas que cumpla. Por eso es importante anotar para qué utilizarás cada sector teniendo en cuenta tu estilo de vida y el de tu familia, sus actividades y horarios, etc. Así, una cocina puede transformarse en cocina- comedor, y un living puede hacer las veces de estudio u oficina dependiendo del tipo de muebles que utilices.
2. Decora en base a la función elegida:
Ahora que sabes para qué usarás cada espacio, determina cómo te gustaría sentirte allí. ¿Quieres un lugar para relajarte? ¿O necesitas un ambiente que te llene de energía? ¿Será para tu uso personal? ¿O lo compartirás con invitados? En base a las respuestas puedes elegir colores relajantes o brillantes, texturas naturales o artificiales, objetos grandes o pequeños. La clave está en escoger algo (ya sea un color, una forma o una textura) que unifique la decoración.
3. Aprovecha la iluminación:
Cuando se utiliza una correcta iluminación se puede alterar el estado de ánimo de los ambientes según la necesidad del momento, ya que la luz influye en las emociones y pensamientos de las personas. Ten en cuenta estas sugerencias:
Como ves, todo vale a la hora de crear tu ambiente soñado. ¿Te animas a poner en práctica estos consejos?
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