A la hora de elegir un atuendo para una fiesta formal, hay un accesorio que viene cobrando fuerza entre todos los amantes de la moda: los fascinators. El origen de este peculiar complemento se remonta a 1770, cuando la reina María Antonieta decidió colocar plumas de pavos reales y avestruces sobre su cabello para llamar la atención de sus súbditos.
Así dio vida al fascinator, una base rígida que se sostiene por medio de una peineta, diadema, cinta u horquilla al cabello de las mujeres. Al principio, las aplicaciones eran discretas, pero con el tiempo fueron incorporando flores, plumas, perlas, cintas y cristales. Por lo general, se utilizan materiales ligeros para evitar la incomodidad de quien los viste.
Los miembros de la realeza fueron los primeros en incorporarlo a sus atuendos de gala, pero en la actualidad se ha convertido en el accesorio ideal para agregarle un toque de personalidad, clase y elegancia a cualquier look formal. Los expertos aconsejan escoger aquellos fascinators que combinen volumen, colores y formas de manera equilibrada.
Además, se recomienda llevarlos con el cabello semi o completamente recogido, pudiendo dejar algunos mechones libres para crear un look natural. También es importante optar por un maquillaje sencillo que resalte los mejores rasgos del rostro. En definitiva, no se debe olvidar que la sencillez es la gran aliada de la elegancia...
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