Plantas que son felices en el agua
Si bien lo habitual es cultivar plantas de interior en macetas con tierra, hay muchas variedades que pueden crecer en recipientes con agua ¡y además verse hermosas!
La técnica se llama hidrocultivo y simplemente implica que el sustrato (tierra, turba, etc.) se reemplaza por agua y un fertilizante líquido. Estas plantas pueden vivir solo de agua o bien crecer durante un tiempo allí y luego ser pasadas a tierra según prefieras. Además de verse hermosas son una solución para aquellos jardineros principiantes que fallan en el riego o bien para aquellos que viajan frecuentemente.
Para hacer crecer plantas en agua sólo tienes que cortar una rama –también llamado esqueje– que tenga al menos un par de hojas y unos 7 centímetros. Asegúrate de que no tenga hojas en el tallo ya que al estar sumergidas pueden pudrirse y matar la planta. Otra ventaja del hidrocultivo es que es limpio, no hay desparramo de tierra y es sumamente fácil y económico de mantener.
¿Cuáles son las especies que pueden ir a agua?
No todas las variedades de plantas de interior se adaptan a este tipo de cultivo, por eso aquí te detallamos algunas especies que pueden vivir mucho tiempo siemplemente con sus raíces sumergidas.
BAMBÚ DE LA SUERTE
A pesar de su nombre, no se trata de un bambú sino de una especie llamada dracaena braunii. Una vez colocada en agua con sus tallos bien sumergidos crecerá sin dificultad.
POTUS
Es una planta tropical que se adapta muy bien a los interiores de un hogar con buena luz. Asegurándonos de cortar un gajo que contenga al menos un nudo de la planta, el potus o poto va a enraizar y vivir cómodamente en agua.
REINA DE MÁRMOL
Encuentra para ella un lugar con mucha luz que hará que se luzca el contraste de sus hojas blancas y verdes. Por lo demás, se adaptará muy bien a un recipiente con agua.
ZEBRINA
La zebrina es conocida por ser extremadamente fácil de propagar con tan solo un pequeño esqueje y echará raíces en pocas semanas en cuanto la sumerjas en agua.
Algunos consejos extra
- Idealmente elige recipientes de vidrio porque así podrás controlar no solo el nivel del agua sino también el estado de las raíces y del agua.
- Asegúrate, dentro de lo posible, de quitar los restos de tierra que pueda haber en el gajo y sus raíces.
- Puedes cambiar el agua del recipiente si la ves excesivamente turbia (con una vez al mes debería ser suficiente pero también puedes ir rellenando cuando se evapore el agua).
- Agrega unas gotas de fertilizante líquido o unos granos de abono soluble una vez al mes, pero nunca en exceso. Lee cuidadosamente las instrucciones.