La idea de esta moda “al natural” permite ver un lindo rostro tapando aquellas imperfecciones y levantando aquellas partes que queremos resaltar sin abusar del maquillaje. Lo importante aquí es enfocar tu rutina de belleza en las principales necesidades.
Después de lavar y limpiar tu rostro, aplica las cremas hidratantes o de tratamiento que tu piel necesita. Luego, podrás comenzar a maquillarte. Si tu piel no posee manchas ni imperfecciones que quieras disimular, evita las bases. En el caso de que sean necesarias, las mejores son aquellas fluidas sin aceites.
Una vez que se hayan llevado a cabo todos estos pasos, enfoca tu tiempo en aquella parte que quieras resaltar (ojos, pómulos, boca). Esto dependerá de tu tono de piel y de cabello también.
Si eres rubia y tu piel es rosada o levemente bronceada, debes utilizar colores cálidos para tu look. En el caso de que tu tono de piel sea blanco puedes jugar con colores más fríos.
Para aquellas mujeres cuya piel es morena, los colores claros en los ojos marcarán un contraste.
El delineado de ojos debe ser delgado y engrosado en las puntas. Nada de líneas gruesas.
En el caso de los labiales, si tienes una linda sonrisa, no dudes en utilizarlos. El color también dependerá de tu tono de piel. Pero ¡atenta!, si te has maquillado demasiado los ojos, no sumes color a tus labios. La idea del maquillaje natural es resaltar solo una parte. Así que mantiene tus ojos con colores bien suaves.
Con respecto a los rubores, utilízalos si tienes una piel que se ve demasiado pálida. De lo contrario, déjalos para el maquillaje nocturno.
Los iluminadores de rostro también son muy buenos a la hora de lograr un look bien natural. Tal como su nombre lo indica, le dan luz a la mirada sin recargarla.
La tendencia de la “belleza natural” sugiere resaltar lo que nos gusta de nuestra cara para lucir bien pero sin obtener un rostro recargado y diferente a nuestra naturaleza. Intenta aplicar esta técnica y te verás linda, fresca y tu piel no tendrá que soportar tanto maquillaje innecesario.