A medida que pasa el tiempo, la piel cambia. Sus células se regeneran a un paso más lento y es probable que su textura se modifique, haciéndose más fina y flácida. Además, comienzan a aparecer manchas y líneas de expresión que, sin los cuidados apropiados, pueden convertirse en arrugas profundas.
Por eso, para disfrutar de una piel radiante a cualquier edad es necesario adoptar hábitos de belleza que resultan esenciales ¡y muy eficaces!
Limpieza
Por las mañanas, es fundamental una limpieza suave con aguas micelares o jabones neutros. Por las tardes, se debe remover el maquillaje y las impurezas que se van acumulando sobre la piel del rostro a lo largo del día mediante el uso de un limpiador facial. Este paso es esencial para desbloquear los poros y mantener la piel fresca, sana y radiante.
Hidratación
La piel bella es la piel que está hidratada. Las cremas antiedad suelen contar con ingredientes como el retinol o el ácido hialurónico, capaces de devolver la hidratación natural a la piel y mantenerla firme y lozana. Es recomendable aplicarlas mediante masajes suaves hasta lograr su completa absorción.
Protección solar
Este paso es absolutamente esencial para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, sin embargo muy pocas mujeres le prestan atención. Los rayos UV son los mayores responsables de que la piel envejezca y se arrugue. Para prevenir los efectos producidos por la exposición al sol, se debe aplicar protector solar todos los días (incluso durante los días nubleados).
Siguiendo estos simples pasos, la piel del rostro se verá rejuvenecida y descansada por mucho más tiempo.