En las tendencias para el año que comienza, la moda y la belleza parecen haberse puesto de acuerdo. Haciendo eco de las pasarelas, donde abundan los looks oversized y de líneas asimétricas, en tonos pasteles y satinados; el make up acompaña con trazos borrosos y la misma paleta de colores.
Si bien continúan utilizándose los clásicos maquillajes con alta precisión, hay una inclinación hacia los acabados más relajados, donde los bronzers y las BB creams se convierten en los aliados perfectos para colorear ligeramente la piel y lograr un make up exprés.
Para el rostro, sobresalen los acabados satinados y aterciopelados, un efecto que puede lograrse tanto a través de productos en polvo como en crema. El toque extra lo da la purpurina, que sigue vigente.
En los párpados, el foco estará puesto en las sombras esfumadas, que tendrán un aspecto más descontracturado que en años anteriores. Para lograr estos efectos desvanecidos, se usarán sombras cremosas y en tonos que van desde los bronces y naranjas hasta los azules y violetas. Mientras que los delineados dejan el trazo convencional y adoptan un aspecto imperfecto.
En cuanto al maquillaje para labios, el foco estará compartido entre los acabados ultra mate o glossy, e incluso con algo de glitter en tonos diversos.
¿Qué estilo has probado ya? ¿Cuál de estos quieres implementar en tu próxima salida?