¿Has escuchado hablar de las casas pasivas? Este concepto de construcción que define hogares de consumo energético casi nulo (nZEB por sus siglas en inglés) viene repuntando en países de Europa, EEUU y Canadá. Si bien implica un gasto previo mucho mayor al de una vivienda tradicional (debido al costo de sus materiales) la reducción de gastos a futuro que se proyecta es de un 70% menos en comparación con las construcciones tradicionales.
Lo que plantea la metodología Passivhaus (por su término en alemán) es la construcción de casas pensadas para el uso eficiente de todos los recursos: la orientación al sol, la ventilación, el agua y los electrodomésticos, todo creado para un consumo sin desperdicio.
Pero, ¿qué debería tener una casa pasiva para poder llamarse, efectivamente, así? Estos 6 puntos las definen:
Orientación y diseño: La metodología Passivhaus tiene como fundamento la contemplación del entorno. Las casas están pensadas y construidas en función de la orientación solar, ¿por qué? Para distribuir de manera eficiente la entrada de luz natural a través de las ventanas, aprovechar el calor del sol al máximo en invierno y a la vez minimizar la ganancia de temperatura en el verano. Se implementan tecnologías de bombas de calor, que transfieren calor de un lugar a otro utilizando ciclos termodinámicos.
Aislamiento térmico: Se logra con el uso de materiales aislantes de alta calidad en paredes, techos y suelos para impedir la pérdida o ganancia de calor en las estaciones, y se busca eliminar los puentes térmicos (zonas donde el aislamiento es interrumpido). Los materiales utilizados para lograrlo pueden variar de acuerdo a la ubicación geográfica o preferencias del constructor, pero algunos son la espuma rígida de poliestireno, lana mineral de alta densidad, celulosa reciclada, corcho, o fibra de madera.
Ventilación controlada: Los sistemas de ventilación mecánica controlada (VMC) son importantes justamente por la hermeticidad de estas casas, así se asegura el suministro continuo de aire fresco y saludable. Se determina dónde ubicar las entradas y salidas de aire de manera estratégica para asegurar la distribución uniforme de ventilación.
Además, la pintura y revestimientos deben ser ecológicos, y los materiales libres de formaldehído y otros compuestos químicos dañinos para la salud, así se garantiza una buena calidad del aire interior.
Hermeticidad: La construcción se sella de manera hermética para evitar filtraciones de aire, y así impedir la pérdida de energía. Para lograrlo, se usan materiales sellantes y técnicas especializadas de construcción.
Sistemas eficientes: Los electrodomésticos y sistemas para mantener temperatura y agua caliente son altamente eficientes para minimizar su consumo energético y la dependencia de combustibles fósiles: estufas y hornos de inducción, lavavajillas con sistemas que detectan el nivel de suciedad y consumen menos agua, bombillas LED con sensores de movimiento, y termostatos programables.