1- Promueve hábitos saludables en la oficina: coloca en tu escritorio una bandeja con frutas en lugar de galletitas. 2- Hidratarse durante el día mejora tu rendimiento: incluye agua, infusiones y bebidas no calóricas. 3- Prepara fruta fresca para tus colaciones y bolsas pequeñas con frutos secos para los snacks. 4- Antes de comer, bebe un vaso de agua fría para llegar con más control a la comida. 5- Si comes en el comedor del trabajo, elige siempre verduras para acompañar el plato principal. 6- Evita comer las masitas cuando tomas el café durante una reunión de trabajo. 7- No tengas dulces en tu escritorio, así evitarás comer por antojo, ocio, aburrimiento o stress. 8- Organiza un menú semanal durante el fin de semana para llegar a la noche y tener una preocupación menos. 9- Si vas a armar viandas, es útil cocinar el fin de semana y congelar en porciones individuales. 10- Evita estar muchas horas sentado: Levántate 5 minutos cada hora y camina, sube una escalera o realiza un estiramiento de tus brazos, cuello y piernas. Los buenos hábitos se comparten. Y puedes contagiar a tu entorno y mejorar no solo tu calidad de vida sino también ¡la de tus compañeros de trabajo!