Desde que se anunció el line-up a mitad de octubre del año pasado, 300 mil fanáticos de todo el país (y alrededores) están contando las horas para que llegue EL DÍA del Lollapalooza, que se extenderá desde el 17 de marzo hasta el domingo 19 en el Hipódromo de San Isidro. La cita arranca a las 10 de la mañana, ideal para los ansiosos que no se quieren perder ni un segundo de este fin de semana soñado. ¿Quién está para un desayuno en el Hipódromo? Con la ansiedad que genera esta cita, seguro que miles.
Este festival, que en 2023 inaugura su octava edición porteña, es mucho más que el evento musical de perfil internacional más masivo y esperado de Buenos Aires. Es un encuentro para desplegar los looks más creativos de street style, disfrutar de propuestas gastronómicas foodies y adentrarse en una experiencia inmersiva a la altura de festivales como Coachella
Ya está todo listo para arrancar: zapatillas cómodas, cargador de celular, la pulsera ya cargada con crédito y muchas ganas de pasar un día entero al aire libre, escuchando lo mejor de los exponentes internacionales del pop, el rock, el trap y la electrónica.
Este año, los platos fuertes del line up serán Drake, Tame Impala y Billie Eilish.
Lil Nas X, Armin Van Buuren, Claptone, Skrillex, Cigarettes After Sex y Kali Uchis también son de las caras más esperadas. Marilina Bertoldi, Nafta, Callejero Fino, María Becerra y Trueno son algunos de los exponentes locales que llenarán de talento 100% nacional y popular este encuentro.
En el Lolla, el street style es alma de esta fiesta y este evento es la ocasión perfecta para sacar verdaderos fotones de los mejores outfits. Como si fuese el corazón de un ritual, el predio del Hipódromo se convierte, durante tres jornadas, en un despliegue fashionista de estilos de fantasía que, se nota, fueron pensados con muchísima anticipación. Los must: jugarse por lo osado, colores saturados, un toque hippie-bohemio (a lo Coachella o Burning Man) o darle un touch rockero, combinando prendas como bodies o corsets con cuero ecológico.
Pero si algo realmente la rompe, es la vibe Y2K, que parece que sigue vigente, por más que le pese a los detractores del tiro bajo. El flow trapero a lo Billie Eilish también pisa fuerte, con mitones (para quienes se bancan el calor) y prendas oversize. Aunque lo ideal es el calzado cómodo, hay quienes se aguantan doce horas con botas de plataforma de caña alta: todo sea por el glam. Los complementos más usados: dos rodetes a lo Gwen Stefany en los 2000, glitter, trenzas, make-up inspirado en Euphoria y muchas lentejuelas: como diría Lali, “Comprame un brillito".
A su vez, cada año que pasa, el Lolla profundiza su identidad como un evento para toda la familia. Por eso, en esta oportunidad, el #KidsPalooza es uno de los espacios más ansiados por los más chicos (y sus papás). Talleres de rap, maquillaje artístico, clases de baile, skate park y una escuela de rock son una de las propuestas que cautivarán a los menores de 10 años, que tienen entrada gratis… ¡y hasta su propio line up, encabezado por Topa, Raviolis y Pequeño Pez!
Por otro lado, para relajarse un poco entre banda y banda, también hay una zona de relax con hamacas paraguayas, enchufes para cargar el celu y reposeras, donde uno incluso puede hacerse masajes: combo completo. También hay espacios para jugar a ser un rock-star con fotomontajes y todo tipo de propuestas de photo-oportunity. El core de este año: la sostenibilidad. Ahora sí: ¡a disfrutar del Lolla 2023!