El 14 de febrero, muchas parejas alrededor del mundo se envían chocolates, cartas de amor y comparten cenas especiales a la luz de las velas. La historia del santo patrono de los enamorados tiene varias versiones, pero la mayoría coincide con la una sacerdote en el siglo III que casaba secretamente a parejas para salvar a los hombres de ir a la guerra.
La verdad es que más allá de las leyendas alrededor de su figura, la fecha invita a hacerse regalos y encontrarse cara a cara, a la luz de las velas.
Los seres humanos somos muy sensibles a las variaciones en la intensidad de la luz, al día y a la noche. Es por eso, que las velas generan un estado de ánimo especial. ¿Pero, por qué asociamos las velas al romanticismo? Antes que nada, porque crean un clima de intimidad y aquí te contamos por qué.
Relajación
La luz de vela es mucho más suave que la iluminación del día o la luz eléctrica que solemos usar y es por eso que nuestro cuerpo responde a ella en forma diferente. Se parece más a la iluminación nocturna, el horario en que normalmente nuestro cuerpo baja revoluciones y se prepara para dormir. Por lo tanto, en presencia de su luz el cuerpo tiende a relajarse y reducir el estrés.
Intimidad
Dado que la luz que emite no tiene gran alcance e ilumina tan solo un pequeño espacio, crea también un entorno más íntimo. En su presencia, uno puede simplemente concentrarse en quien tiene enfrente sin distraerse con el alrededor que se encuentra a oscuras o menos iluminado.
Calidez
Ya todos conocemos la diferencia entre la luz fría y la luz cálida y elegimos una por sobre otra aún a la hora de comprar una lámpara dependiendo del ambiente de nuestro hogar que queremos iluminar. Si bien las velas no emiten demasiado calor, sí emiten una luz cálida que crea un entorno de bienestar que ayuda a la relajación, la intimidad y el por qué no, el romance.
Sentidos
Los aromas son grandes disparadores para las emociones. Si además de su luz cálida y tenue, las velas son aromáticas, la estimulación de los sentidos es completa y está garantizada. Elegir el perfume adecuado puede completar la experiencia y también despertar el romance.
Dependiendo de tus gustos, aquí te dejamos tres aromas que pueden lograrlo:
- Vainilla: un clásico aroma dulce para acompañar una cita romántica sin ser empalagoso.
- Florales: por su asociación a los ramos que se regalan en esta fecha, los perfumes florales son un favorito con las rosas, peonías y jazmines a la cabecera.
- Maderas: las velas con almizcle y sándalo pueden traen reminiscencias exóticas y sensuales a cualquier ambiente.