A la hora de diseñar un espacio en el que conviven adultos y niños suele ser complicado encontrar un equilibrio entre el buen gusto y las necesidades de los más pequeños. En especial, en lo que respecta a cuestiones de seguridad, mantenimiento y durabilidad de los materiales y muebles.
Para lograr una armonía, Candice recomienda imaginar la decoración desde el punto de vista de los niños y para ello propone 3 puntos claves a tener en cuenta:
1. Accesibilidad: eligiendo muebles o estanterías abiertas y ubicadas a una altura accesible para sus juguetes y su ropa, no solo se logra que el niño gane en autonomía sino que se le puede enseñar a ser más responsable de su propio orden. Además, esto le ayudará a experimentar la vida con mayor libertad y a pedir ayuda solo cuando realmente la requiera. 2. Flexibilidad: Candice destaca la necesidad de optar por mobiliario que pueda ir adaptándose a cada etapa del desarrollo de los niños. Al idear una habitación, es conveniente elegir muebles auxiliares, no muy altos, ligeros y versátiles. 3. Orden: una de las mayores preocupaciones de los padres es que sus hijos mantengan el orden. Y lo cierto es que esta cualidad es muy útil para el desarrollo de los pequeños ya que les permite ejercitar la memoria, les enseña a ser responsables y genera un entorno en el que se sienten seguros. Para incorporarlo a sus rutinas, Candice recomienda optar por cajones o cajas de tamaño pequeño o mediano, que ellos mismos puedan manejar.
En definitiva, lo importante es diseñar una habitación que combine tus preferencias estéticas y funcionales adaptándose a los espacios disponibles y sin dejar de lado lo necesario para favorecer el desarrollo de los chicos.
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