La creatividad se nutre de tranquilidad y armonía. Más Chic te presenta algunos consejos para crear el lugar perfecto en tu casa y llevar la tuya a otro nivel.
Como dice el dicho: si la inspiración llega, es mejor que te encuentres trabajando. Sin embargo, a veces es difícil entrar en un mood creativo si nuestro espacio de producción no acompaña. No es casual que la gente se sienta estructurada y con poco vuelo imaginativo cuando trabaja en una oficina gris y genérica. Es por eso, que en las agencias de publicidad suele haber espacios lúdicos y sillones casuales, como pufs, para que los redactores no tengan que estar constantemente en una posición rígida.
Cualquier rincón puede convertirse en un universo de creatividad. Estos son algunos tips e ingredientes ideales para lograrlo:
Plantas
Las plantas aportan frescura, movimiento, color y nos reconectan con la naturaleza. Tener una pequeña jungla urbana es ideal para poner los pies sobre la tierra y volver a ese lugar primario. Además, regar las plantas y detenerse a ver cómo crecen puede ser un agradable momento en medio del trabajo.
Colores
Los colores se conectan de forma directa con las emociones y pueden estimular la inteligencia y la creatividad. El blanco transmite calma y pureza, también orden y amplitud. El amarillo, optimismo y alegría, mientras que el rosa pastel estimula la creatividad. El azul combate el estrés y promueve la relajación.
Caballetes
Los escritorios de trabajo suelen reducir el espacio. Reemplazarlos por un caballete de pintor que aumenta la amplitud, además de ser más descontracturados. Es ideal para compartir con otras personas; además de ser funcionales, flexibles y fáciles de mover.
Distintos espacios de descanso
Una silla cómoda es clave, pero no puede ser tu único lugar para sentarse. Tener pufs, almohadones, o una alfombra mullida para que te puedas recostar mientras haces una pausa, te ayuda a cambiar de posición y relajar el cuerpo.
Estimula tus sentidos
Lo que olemos y escuchamos es fundamental para hacer circular la energía creativa. Prender velas aromáticas o inciensos puede reconectarnos con nuestros sentidos más internos: la lavanda es, de todos los aromas, el que más frescura y armonía aporta.
Hay sonidos, por otro lado, que estimulan la relajación y la creatividad. Las olas del mar, por ejemplo, o el ruido de la lluvia, promueven la concentración y el relax: hay videos en YouTube de horas y horas de estos sonidos. La música clásica, por otro lado, nos saca de nuestro estado habitual y nos conecta con un universo sonoro diferente, que puede abrir el panorama de un paisaje distinto que nos invita a explorar otras posibilidades.