Lo que hay que tener en cuenta es cómo utilizarlo y en qué cantidades, para cambiar el estilo de un ambiente, sin sobrecargarlo.
Para empezar, debemos saber que el dorado le da sofisticación y elegancia a un cuarto, por lo que si el mismo es de un estilo poco compatible (country, por ejemplo) hay que agregarlo en detalles y no en demasía. Equilibrio es la palabra que debe regir nuestra intervención.
Justamente el éxito en la decoración con dorado es el no exceso, más bien los detalles perfectamente ubicados: un florero, un espejo, un adorno; que hagan de punto focal hacia un lugar que queramos resaltar o iluminar. Este color da luz todo lo que rodee.
¿En qué ambiente incorporarlo? ¡En cualquiera! No hay límites para llevar glamour a tu casa.