Rehidratar los dátiles y los higos en agua tibia, por 15 minutos.
En una licuadora, colocar los dátiles e higos rehidratados junto con la esencia de vainilla, la ralladura de limón o naranja y un poco de agua.
Procesar todo hasta conseguir la consistencia de una mermelada -no la de un licuado-. Para ello, verter agua poco a poco hasta lograr la textura deseada.