La principal ventaja de un look clásico es que nunca falla. Pero esta clase de atuendos esconden una pequeña “trampa”, y es que al haber permanecido durante tantos años en vigencia, pueden resultar monótonos, apagados y aburridos. Por suerte, existen formas de innovar y adaptarlos para darles un toque personal, sin perder la esencia de lo tradicional. Para modernizar tus looks clásicos, ten en cuenta los siguientes tips:
No te cases con un solo color: es cierto que los tonos neutros, como el blanco, el beige y el negro nunca pasan de moda pero, en ocasiones, combinarlos con la misma gama de colores puede generar un outfit demasiado sobrio y sin vida. Una pizca de color, en cambio, puede servir para que reflejen tu personalidad y hasta tu estado de ánimo. Puede ser una cartera, una pañoleta o incluso un cinturón.
Mantén el concepto pero cambia el formato: esta técnica es aplicada temporada tras temporada en las grandes pasarelas, donde las nuevas colecciones se basan en tendencias pasadas pero adaptadas a nuestra época. Por ejemplo, se puede lucir una combinación clásica, pero agregándole el jean o los zapatos de moda de cada año.
Apóyate en los accesorios: un look nunca está completo si le faltan los accesorios: collares, pendientes, pulseras, gafas de sol, cinturones y hasta relojes, son capaces de darle el toque final a una obra maestra. La idea es que sean llamativos, con personalidad propia, y que ayuden a darle vida a tu look.
Elige zapatos y bolsos protagonistas: estos dos componentes son esenciales dentro de un look. Por este motivo, es conveniente aprovecharlos para innovar a través de distintos colores, texturas, y diseños.
Como ves, lo importante es animarse a probar combinaciones hasta hallar la que mejor te represente.