El nuevo protagonista de las bodas nupciales es el negro. Darle un toque personal, originalidad, llamar la atención; sea cual sea la razón, descubrí los musts de esta tendencia y a las celebridades que se sumaron.
Hasta 1840 los vestidos de novias fueron siempre negros. ¿Te sorprende? Pues —por más que, tradicionalmente en el mundo occidental, el negro simboliza la pérdida, la muerte y el duelo—, esa era la costumbre. Fue en Reino Unido, la reina Victoria la que comenzó la tendencia de lucir vestidos de novia diseñados a partir de distintos matices del blanco, manteca y marfil, tonos que representan la luz, la castidad y la pureza. Pero, como dice el lema: “todo vuelve” y, ahora, parece que estos looks con un aire gótico están volviendo a hacer su entrada triunfal en las pasarelas y los altares.
Ya era hora de que los looks nupciales tuvieran un giro más dramático y original. Esto quedó demostrado en la última edición del Barcelona Bridal Fashion Week, donde este tono empezó a emerger en distintas estampas, accesorios y hasta en piezas enteras de los looks. Nicole Milano, por ejemplo, lo incorporó como parte o en la totalidad de los diseños, mientras que Sophie et Voilà presentó una cápsula donde este color estaba presente en los guantes y en los velos, por ejemplo. Marco y María también lo sumó a su pasarela. De a poco, esta propuesta va tomando color.
Varias celebridades se vienen sumando a esta tendencia, como Kourtney Kardashian, que celebró su casamiento con el baterista Travis Barker en las vegas luciendo, ambos, una campera de cuero negra. De hecho, como look pre nupcial, deslumbró a sus fans con un vestido corto negro de Dolce y Gabanna que mezclaba un estilo corsetero con imaginería religiosa. ¿El resultado? Una vibra romántica que oscilaba entre un aire rockero y un gótico a lo Madonna en los 80 's, muy original.
Sin embargo, ella no es la única famosa que se decantó por esta tendencia impactante y dramática. La actriz Chloe Ssevigny se casó en 2020 con un vestido midi negro rematado por un velo blanco que hacía un interesante juego de contrastes.
¿Qué es lo que diferencia a un vestido común de un vestido de novia? ¿Solamente el color? Los vestidos de novia negros vinieron a romper con esta norma implícita para demostrar que un evento nupcial puede ser la oportunidad perfecta para animarse a jugar con los colores, las texturas, los contrastes y salir de las categorías preestablecidas. Es el momento ideal para ser original y disfrutar de lo que te representa.
Lo bueno: un vestido negro es mucho más fácil de reutilizar que uno blanco.