Gafas 100 % sustentables. Descubrí este emprendimiento argentino que promueve una economía circular y una moda sustentable.
Cada vez son más los diseñadores que están respondiendo a las demandas de un público consciente de este escenario, ya sea a través de prácticas sustentables, como también pasándose al modelo “slow fashion”, que implica lanzar colecciones con mucho menos recambio y usando materiales que reduzcan la huella ecológica. A nivel local, la marca Bond Eyewear, con sede en San Isidro, provincia de Buenos Aires, se suma a esta tendencia fabricando gafas de sol a partir de plásticos descartados.
No son como cualquier gafa. Las monturas de los anteojos Bond Eyewear están fabricadas 100% con plásticos que iban a ser desechados y son, a su vez, 100% reciclables. De hecho, uno puede llevar a la tienda de esta marca sus propios residuos (eso sí, limpios y compactados) e intercambiarlos por descuento para una futura compra.
El plástico es otro elemento que está en el ojo de las críticas y, como todo lo producido a través de materiales fósiles, también es posible que tenga los días contados. Sin embargo, ahora son omnipresentes y las cifras hablan por sí solas. “Cada año, alrededor de 8 millones de plásticos ingresan a nuestros océanos —explican en Bond Eyewear—. El 50% es utilizado una sola vez y por menos de diez minutos. En promedio la gente consume 70 mil microplásticos al año. Se compran un millón de botellas cada minuto. Un millón de aves y 100 mil animales marinos fallecen por año (a causa de su ingesta). ¿Qué hacemos al respecto? Ofrecemos una solución sustentable. Es desperdicio cuando no se aprovecha.”
La ecuación es sencilla: una botella equivale a un par de gafas. “Una economía circular, una moda sustentable y una sociedad sin desperdicios es posible. Es por eso que nos esforzamos en construir lo que creemos que es el futuro de la fabricación”, contaban desde la marca. Además de que la propuesta es, de por sí, más que atractiva, ofrece una amplia gama de productos unisex, tanto para lectura como para el sol. Aunque la mayoría son de inspiración vintage y tienen una estética limpia, clásica y fácil de combinar, también hay opciones más arriesgadas para quienes se atrevan a monturas gruesas de estilo años 60’s, animal print y hasta verde casi flúor. Los cristales están colocados a mano y cuentan con protección 400 UV.
La industria de la moda debe ir alineada con las exigencias de este nuevo cambio de paradigma, que está orientado no a producir a mansalva —generando toneladas de desechos contaminantes que van a parar a los mares, los ríos y la tierra—, sino a una fabricación más comprometida y responsable. La tendencia que se viene es clara: reciclar, reutilizar, recircular, compartir conocimientos, crear alianzas estratégicas con quienes quieran seguir esta misma ruta, innovar creativamente y animarse a innovar apostando a un futuro verde y para todos.