En los últimos años, con la explosión de la moda Y2K, la logomanía creció de la mano de estrellas de la música urbana como Cardi B, Maluma, J Balvin y Karol G entre otros íconos del trap y el reggetón. Pero todo tiene un límite.
Bien sabemos que la moda son oleadas que suben como un tsunami, estallan y luego desaparecen. La obsesión por los logos de la alta costura o de marcas como Lacoste, Nike y Adidas (ya sean en prendas originales o réplicas), estampados en todos lados, saturó el mercado y se lo empezó a vincular con una intención aspiracional.
Las clases del “silent fashion”
Como reacción a esta tendencia, llegó una nueva fascinación: el lujo silencioso. Un secreto a voces que cautiva a las celebridades más sofisticadas que quieren despegarse del consumo masivo para demostrar un estilo “solo para entendidos”.
¿De qué se trata el “lujo silencioso”? Implica, básicamente, inclinarse por prendas sin marcas a la vista, que privilegien los diseños minimalistas, atemporales y clásicos, con colores planos. Las terminaciones y las fibras tienen que ser de excelencia. Por algo esta moda lleva ese nombre: piezas de una calidad excepcional y de gama alta, que no gritan a los cuatro vientos que cuestan una fortuna.
Las élites: sus mayores fans
¿Y quiénes son sus adeptos? Consumidores que tienen tanto dinero que no tienen que demostrarlo. Un selecto público “old money”, las royals, estrellas de Hollywood con un estilo classy y las personas más influyentes de Sillicon Valley.
Seguro ya viste a varios de estos últimos. Bill Gates, uno de los hombres más ricos del mundo, suele vestir religiosamente pantalones negros y una humilde camisa blanca con un sweater. Steve Jobs, uno de los más innovadores del último siglo, llevó el minimalismo de Apple a su clóset: en sus conferencias lucía una camiseta gris y un jean. Mark Zuckerberg se inspiró en él no solo por su mirada visionaria, sino también por su estilo casi uniformado.
Dentro del mundo de Hollywood, estrellas como Gwyneth Paltrow, las gemelas Olsen (que son las dueñas de “The Row” , una marca de silent fashion por excelencia) y Jennifer Lawrence, son algunas de las celebs que se suben a esta tendencia. Para sus looks más casuales, royals como doña Letizia y Kate Middleton también optan por default este tipo de prendas. Como también lo hace Meghan Markle, que vive en una mansión estilo palacio en Los Ángeles, y suele aparecer en jeans y camisetas de algodón. Obviamente las prendas arrancan en los 300 dólares.
El fenómeno accesible para todos
Lo bueno del estilo “silent fashion” o “quiet fashion” es que cualquiera puede imitarlo, sin correr riesgos de pecar de extravagante.
extravagante.