El espejo dorado y con forma de sol - o con puntas - está nuevamente de moda: te contamos su historia y cómo sumarlo a la deco de tu casa.
Si bien su origen se disputa entre Francia e Italia, lo cierto es que los primeros aparecieron en el siglo XVII anunciando el barroquismo en el arte y decoración. Para entonces sólo decoraban palacios e iglesias.
La evocación al rey sol y al aura de las imágenes religiosas son la base de su diseño. La teatralidad su alma.
Con el art decó y la fascinación por las civilizaciones antiguas revivieron su fama.
Para los años 60 y 70, se popularizaron y se podían ver en muchas casas por lo que es posible que encuentres espejos de esta época en tiendas vintage o mercados de antigüedades; aunque claro, tienes los de factoría actual más económicos y de otros materiales.
Hoy vuelven a pisar fuerte en el decoración de interiores ¿Te animas a incorporarlo?
Un espejo, muchos estilos
Estos espejos combinan muy bien con estilos retro, con toques futuristas o nórdicos.
Puedes encontrarlos en versión ovalada y/o plateados.
Al tener mucho peso visual, tienes que tener en cuenta que la pared donde lo coloques será el punto focal de la habitación.
Los modernos espejos sol fueron pensados para la sala o salón principal de la casa y allí lucen mejor pero puedes ubicarlos en tu cuarto o baño.
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