1. Oficina Móvil
Asigna un lugar específico para colocar TODO lo referido a tu trabajo . Esto te ayudará a no tener tus pertenencias laborales desplegadas por toda la casa y, por lo tanto, que no sientas que debes trabajar todo el día. Si bien puedes ir moviéndote con tu notebook , es bueno que los papeles, planillas, útiles, etc., estén todos juntos y organizados en un solo lugar.
2. Lunch Time
A la hora de comer , SÓLO DEBES COMER. Estar mucho tiempo en casa, a solas y frente a la computadora , conduce a que generalmente comamos mal, de más, sin consciencia, sin masticar y sin darnos cuenta de lo que comiste. Tomate el momento del almuerzo para descansar, respirar profundo y conectarte con la no-actividad -para generar mayor actividad luego-.
3. Agenda y Horarios
¡Este consejo es el que más cuesta! Si no existen horarios, nos dispersamos fácilmente o que nos desbalanceemos trabajando pocas horas un día y, al día siguiente, el día entero. Lo mejor es establecer horarios en tu agenda dedicados únicamente al trabajo y otras horas de ocio , para estar en familia, hacer deporte , etc. Es fundamental reconocer cuáles son tus momentos más productivos.
4. Sillón Enemigo
El sillón y los asientos para descansar, en general, no son aptos para trabajar por la postura que adoptas. Para cuidar tu columna , tu cuello y tus hombros, lo mejor es comprar una buena silla de oficina para sentarte y mantener una buena posición frente a la computadora. Además, es altamente aconsejable que adquirieras un mouse map con almohadilla, aliado #1 de tu muñeca.
5. Cuerpo en Movimiento
Hacer ejercicio a diario, tomar mini-recreos para estirar -flexibilizando así tu columna-, elevar las piernas contra una pared por la noche, tomarse el tiempo para respirar y meditar, te ayudarán a que toda la carga que provoca el estrés laboral sea más liviana de llevar.
Sin duda, estos consejos aplicados junto a las rutinas de Cuerpo en Armonía te ayudarán a encontrar el equilibrio perfecto, disminuyendo la ansiedad y teniendo una vida mucho más plena.
Ahora, ¡a trabajar se ha dicho!
Besos,
Luana Hervier